gaston campano

Noche de amor veraniego.

Te quiero ahora como

nunca había querido,

Me enseñaste a querer

como quiere la mujer

sin pensar en el después

sino en el instante saber

que la piel se agiganta

en la suavidad de las caricias

en los besos temperados

y las manos muy a prisa.


La entrega sin cortapisas

y los besos alocados

sintiendo el rumor de la brisa

desde el cuello hasta la ilusión

de sentir tu calor.

Con el pecho atolondrado

tu corazón agitado

golpeando desesperado,

haciendo de tus senos

dos tambores encantados.


Tu espalda contra la arena

la luna pintando tu cara

de brillantez temperada,

la respiración agitada

al sentir tu cuerpo presionado.

La flor se ha inundado

con las queridas caricias

llegando a las delicias

del amor inventado

por dos seres entregados.