valentino arrabal

INSIDIA

Cae el vertiginoso y horadado silencio

Como una cruceta sangrienta

Sobre el mar helado de la culpa,

Una lágrima de oscuridad

Con ansías de brillo de nobleza

Retoza vigilante sobre

 La pendiente errática de la debelada mejilla,

Lo insidioso del desasosiego meciéndose

Cuál péndulo mortuorio

Como apéndice de alguna desaforada angustia,

Y el insufrible disfraz de la impostura reverberando

 Sobre la alzada y sudada frente de la cordura,

Mientras que

 En lo agónico del corazón

El casto e impúdico delito

Palpita clandestinamente insurrecto

En la ingrávida inconciencia.