Tu hombro -mi refugio,
unas cuántas gotas de lluvia se desvanecen,
corazón resiste -no me duelas tanto;
los motivos no son suficientes para que sigas llorando.
Sensibilidad al límite -reflejándome en tu mirada;
un abrazo emotivo -vida mía…
Usamos una excusa independiente,
alejarnos por completo es subjetivo -genuina contradicción.
Nada nos asombra -costumbre apetecida
no existe forma alguna, ni formato establecido
para evidenciar que la caricia de un regreso nos acompaña.
Eco presumido, horizonte sin límite
jugamos a destiempo -no te vas, ni yo me alejo;
influyente rumbo -aliento, juramento, tiempo…,
respuesta a sentencias sin complemento definido.
El sentimiento persiste in-dudable,
comienza el reto -no menos- importante.
Algo así, juntos, decisiones que debemos asumir.
Autor: Lilia Quituisaca Samaniego