Te levantas temprano por la mañana, sales de tu casa por lo general corriendo y cargando en tus manos miles de hojas libros y papeles, llegas, te reúnes con tus colegas, conversas y luego a ese lugar donde a diario tienes una lucha donde debes enfrentar a un grupo de pequeños seres, a los cuales te entregas como si fueras un padre, mentor o tutor, te preocupas por ellos, los estimulas, retas, orientas, educas y por sobre todo, en ocasiones, entregas más tiempo que a tus propios hijos, tomas más tiempo preparando lo mejor para poder entregarles, tienes la paciencia y sapiencia suficiente y necesaria para estar con ellos casi todo un año; tu vocación es tal que das más tiempo de lo necesario y te quedas con ellos cuando es necesario, el único rédito que esperas de tu labor es saber que esos pequeños se transformarán en personas de bien.
Se viene otro año, donde sabes que debes entregar más del 1000% de tu capacidad.
A ustedes los profesores les deseo que este año sea muy bueno y que el fruto de sus esfuerzos se vea capitalizado en que sus pequeños pasen al nivel siguiente, un abrazo y fuerza para que su entrega sea feliz.
Felicidades querido profesor, también fui un alumno, no de los mejores ni de los perores, pero me destaqué, creo, siempre por hacer reír.