jaquemate

UNA NOCHE

Aquella noche fría, se puso aún peor…

yo fui a verte para amarnos,

pero me esperaste con un discurso contradictorio…

me dijiste de tu cansancio,

me gritaste tu aburrimiento,

miré tus ojos y ya no me amaban,

ya no eran los mismos ojos negros

los ojos amorosos de la noche anterior…

y ahí se me rompieron los cristalinos, la retina y los lacrimales,

entonces mis  lágrimas brotaron por montones…

y humedecí tus manos, tu cuello, tu ropa…

es que ya no te tenía,

en ese instante, dejaste de ser mía…

en ese instante lo decidiste

y ya no quisiste que yo fuera tuyo.