Del sueño rescaté
el aroma de tu piel contra mi piel
como el verde de la primavera
se rocía sobre la tierra
y en tus ojos cabía el sol,
y en tu pecho oía el rumor
de un corazón al trote...
cuando mi amor brote
que el cielo caiga al agua
y la corriente lleve tu reflejo
a los confines soporíferos
de mi pensamiento,
y que la luna nos cultive
bajo sus rayos de plata vieja
y en ellos encierre mi sueño
y no se borre mientras llueva.
J.M. García
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