El poema es un avión
en el que pretendemos volar
volar y volar
sin pensar
que lo hacemos embarcados en un
determinado idioma,
que ese idioma es el avión
y si no asciende
no es porque el avión no pueda hacerlo
y si asciende y cae
es por nuestra impericia,
con un poco de suerte
hacemos un aterrizaje forzoso
en una pista llena de cadáveres insepultos
de manidas metáforas.
Y hay quien
en vez de lanzarse a volar sin sentido
se dedica a cuidar y reparar ese avión
en el que tantos inútilmente volamos.