Después de un leve destello
se oye la voz de los truenos
el viento mueve bucares
y se estremecen los cedros,
las nubes pronto se agrisan,
el cielo se torna negro
y despiertan con la brisa
sentimientos lastimeros,
detrás de la ventisquera
densa lluvia se aproxima
los techos de zinc resuenan
y mis pesares rechinan;
lluvia fresca, lluvia hermosa,
lluvia de eternos primores
has llegado desde el cielo
para aliviar mis dolores
lléname el alma de besos
cúbreme el pecho de amores.