No fue suficiente
los claveles, azucenas y caricias sin fin,
el cielo infinito, los besos sin medir,
los jardines de naranjos y las heridas que cubrí.
Te hacía sonreir, lo recuerdo claramente,
la tersa piel arrullando en mi soñar,
la miel que en tu cuerpo solía ungir
ya es un amargo sabor del pasado,
una huella que provoca mi sufrir.
Hazme saber si te mima como lo solía hacer yo,
si se preocupa cuando te observa triste,
si te entrega mas que el corazón,
si te lleva al cielo con tan solo una caricia,
dime si no extrañas a tu poeta, tu verdadera pasión.
Otros amores creerás únicos
pero seré yo tu gran devoción,
dime si te admira solo por tu pensamiento y corazón.
No fue suficiente
el alma que te di,
estabas ausente
cuando te regresé a vivir.
Me sentiste, te sentí, me amaste y te amé,
sanaste mis heridas y tus heridas sané,
por ti luché hasta el fin del horizonte
y por ti los océanos crucé.
No fue suficiente
el crepúsculo que te obsequié,
tan poco bastó para ti
el amor que te dediqué.