Hoy hace frio, pero no el suficiente
para dejar de pensar en el olvido;
para olvidarme de tus besos incandescentes,
para dejar, por fin, de sentirme abatido.
Por una buena vez quisiera que fuera suficiente
con recordarte y dejar de estar ardido,
y lo sabes, sin ti muero. Y estas consciente
que mis días y madrugadas son de desfallecido.
En las orillas veo a los petreles,
similares a mi, lúgubres, dormitando
y de memoria conozco esta sinopsis.
Plurales han sido nuestros vaivenes,
y nuestras tinieblas que sigo amando,
y solo contigo, sufro de apodyopsis.