(Edwin R. Ases C.)
Cuando pienso en ti,
mis ojos se aclaran
mi cabeza es feliz
al igual que mi corazón.
Los cántaros vacíos
de mis pulmones
se llenan de ilusiones
cuando pienso en ti.
Todo el mundo es regocijo
todo el mundo se perdona
hasta el llanto de mi cuerpo
se vuelve ternura
cuando pienso en ti.
Pienso en ti
a toda hora
de día y de noche
en todo momento
porque eres…
¡el amor de mi vida!