Recuerdo llovía, los llantos del cielo
mecían las hojas caducas, pastaban
las sombras bañando los riscos, bramaban
las olas blandiendo mi vida en su vuelo.
Moría el verano, sellada en el suelo
hallé su figura, las brumas brotaban
cercando en dulzura, ¡sus hambres saciaban
bebiendo sus vientos! Rizando su pelo.
Temblando mi mano ¡Ansió su cintura!
Quería tocarla donde ella fluía
cual brote de niebla que luna captura
y siembra su brillo donde antes plañía
un cielo cabrío sudando bravura.
La calma brotaba en toda agonía
al ver en mis ojos lo que acontecía
¡Un lindo vergel en toda hermosura
mostraba su imagen! Mi llanto yacía
callado y sereno ante esa locura
forjada en la arena, ¡entonces reía!
Por fin las plegarias segaban negrura
¡Calmando mis ansias, callando mi duelo!
Sellando mi llanto las risas pescaban,
donde antes morían ahora acechaban
noveles y frescos arroyos. Un chelo
divino sonaba vistiendo en un velo
de notas, ¡al son! sus curvas campaban
cual giros no vistos, envueltos rodaban
sin dado a fisuras y hallando mi anhelo.
GAVASE
(foto de la red)