Ya se aviva mi llama de tinta
aliviando mi alma
que es mi vida, me dice
que mi vida reclama
y es así que me veo
sentado en el campo
y es así, que me llega la calma
Sigue el surco del lápiz sembrando
luego el trigo vendrá, trabajando
y en la sangre que lleva ese campo
me dirá lo que soy, ¡el silencio y el llanto!
Llega el sol y la lluvia
y me encuentra pensando
y una helada me hiere
cuando el fruto ya está madurando
ruego al sol y a la lluvia, volver a mi campo