He navegado por mares insondables
he desafiado tormentas a mi paso
los sueños rotos, tristezas y desaires
hicieron mas doliente mi regazo.
Esa sombra angustiosa del pasado
que acompañó mi ser tan abatido
pudo al fin disiparse en el sentido
de encontrar lo que tanto había deseado.
Un emoliente para mi piel reseca
un incentivo para la vida misma,
eres tú esa gotita de agua fresca
que llega a mis entrañas cristalina.
Déjame subyacer en tu infinito
para cubrirte de amor hasta los huesos
bríndame el néctar sublime de tus besos
y dame siempre el calor que necesito.
Si me pides el sol voy a buscarlo
si me pides el mar te lo daría
pero nunca me pidas amor mío
que te deje de amar pues moriría.