De todo cuanto has sido o has amado
con qué te quedarías,
piensa que tus mejores amigos también te olvidarán después de muerto,
piensa que el exceso de amor siempre está inmerso en bacanales malditas,
que no puedes llevarte los reproches ni hacer uso
de las viejas rutinas,
piensa que el tiempo es frágil
y a lo mejor la muerte te sorprende sin fuerzas
para cambiar las cosas,
dime pues
¿serán bastantes los poemas no escritos,
las palabras que no has excomulgado
minuciosas y absurdas
para llenar el aire que una alondra precisa para sobrevivirse?
Podrías estar muriéndote ahora mismo sin que nadie lo sepa,
tu aliento
huele a flores carnívoras
y hay un banco de nubes preparado
para llorar por ti,
podría ser yo tú
y estar contándote
que esta música nueva es para siempre,
que ahora sufro el recuento de errores y fracasos y no sé
a cuál echar de menos
y advertirte también que no sirve de nada guardar tu abrigo azul
o tu chistera de mimbre
porque el mundo
jamás se va a creer a pies juntillas
tu versión de los hechos.