SEÑOR PERDONA A LOS QUE NOS OFENDEN
Señor perdona a los que nos ofenden
pues no saben lo que hacen…
a ti que mal te pagaron,
por quienes distes la vida
luego te crucificaron,
bien rápido olvidó la gente tu compasión
y milagros…
mas tu lo profetizaste:
“Si en el árbol verde hacen estas cosas
que no harán al árbol seco”.
Señor… cada día nos insultan,
vituperan por tu nombre,
al momento de la culpa
todos nos abofetean,
bien lo dijera el apóstol:
“Que el mundo no era digno de nosotros”.
La gente vive sin ti,
están llenos de egoísmo,
aun hay segregación,
aun abunda el racismo,
y somos discriminados por querer llevar tu nombre,
a muchos los emprisionan,
a otros los enajenan,
muchos los tildan de locos
otros mueren en la hoguera…
Tú que predicaste el bien,
que sin ti no se iría al cielo,
que sanaste a los sordos
y diste vista a los ciegos…
ven mira la humanidad
que se pierde en sus consejos,
cada quien dejó el camino
y se apartó por veredas,
pocos te quieren a ti,
y te llenan de tristezas.
Se burlan de tu palabra,
blasfeman tus mandamientos,
amadores de si mismo,
el mundo se goza en ellos,
pero su fin lo tendrán
amarrados con cadenas,
perdidos entre las llamas
de ese terrible infierno,
allí está su recompensa
por mofarse de tus hechos.
Señor no te sientas solo,
aun hay muchos que te aman,
sin importarles morir
por hablar de tu palabra,
espero me crucifiquen,
me apedreen como a Esteban,
yo no me defenderé
sólo hablare tus proezas…
Gracias te doy… oh, mi amigo/
por tu amor y tu cariño
aunque el mundo no me quiera…
me amas pues soy tu hijo.
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