Y llegada la mañana Luis le pregunta a su nieta,
-Mi meliza tan amada ¿que quieres ser cuando grande?
A lo que ella entusiasmada le contesta con verdad:
-Papito, querido abuelo, solo cuento con diez años
Y si te voy a ser sincera esta es la realidad:
Yo no sueño con ser médico, ni curar diez mil enfermos.
Tampoco ser policía y con ladrones luchar.
No anhelo ir a la luna, ni enlistarme en la armada.
Tampoco ser secretaría y mucho menos mamá.
No quiero volar aviones y no quiero ser maestra,
Tampoco formar protesta y en el gobierno estar.
No quiero ser presidente, no abogada, no política.
No nací para la crítica y tampoco para odiar.
No me interesa la ciencia, ni tampoco la cocina,
No venderé heroína ni sustancia similar.
No quiero ser comerciante y estarme de pueblo en pueblo,
No voy a entrar a un convento y dedicarme a rezar.
No voy a ser arquitecta, no diseñaré mansiones,
No lavaré los calzones de un teniente militar.
No trabajaré en un banco, no seré sirvienta ajena,
No pagaré una condena en un burdel o en un bar.
Voy a ser poeta, abuelo, para enseñarle a la gente,
Sobre todo a la corriente, que no saben admirar.
Lo importante que es abrir los ojos y el corazón
Para pensar con razón y ver lo bello de amar.