El silencio nos mordió los labios,
lagartija rastrera que se asoma
por debajo de la puerta y sueña
con alcanzar lo que por debajo...
de la moral no tiene sentido.
...de tus manos temblando de frío.
No hay otra forma ni tiempo...
La cama se nos hizo pequeña
y las ganas... siempre terminan
colgando gemidos en la ventana.
Aún hay tiempo de ordenar las ideas,
apagar el cigarrillo en el cenizero
y salir a beber un café en algún otro agujero.
...pero vendrás conmigo
y saldremos desnudos,
sin abrigo.
Jorge