LA NOCHE ENTRA EN EL VERSO
Sobre mi jardín resbala la noche,
mi mirada divaga sobre un poema esquivo,
duermen los árboles envueltos en la niebla,
en el vacío abro con temblor mis labios.
Las estrellas emiten cristales dulces,
mis manos sostienen mi rostro...
A lo lejos un bolero desnuda una copa
se desliza el lápiz entre mis dedos
me hundo en mi piel y respiro hondo.
La luna gime con alas nocturnas
giran vidas que ya viví..... de pronto
cae un verso al papel y casi temblorosa
lo toco ,lo respiro, lo resisto , lo acaricio...
¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios?
Las azoteas lucen fantasmas de pájaros,
el cielo abovedado abre su voz de canto.
Entonces yo reinvento el mundo...
pero con las palabras nuevas
y un verso diminuto llegará encendido hasta los ojos.
Mi Córdoba va apagando sus luces,
en su albo amanecer.
La noche muere pero mi verso sobrevive.