Me estoy poniendo viejo, y me siento enamorado,
Yo no comprendo porque, me llaman y que viejo verde;
Si a mí, son las mujeres, las que acabaran mi vida,
Sin ellas no he de vivirla, aunque el demonio me lleve.
A mí me gustan maduras, verdes y hasta las pintas,
Para mí todas son lindas; por algo Dios las creó;
Entonces pregunto yo; ¿por qué no he de enamorarme?
Si por ellas murió Mojica, que también me muera yo.
Ya estoy dándole pupila, a una que me trae bien loco,
La veo caminar y siento, un potente palpitar;
Y escucho su taconear, parece que pisa duro,
Y cuando mueve su cuerpo, yo la quisiera raptar.
Pero yo no hago eso, es cosa de delincuente,
Yo soy un hombre prudente, y con mi palabra espero;
Que note, soy hombre sincero, y que enamorarla quiero,
Con todo mi corazón, para que saque al viejo, que está en mi caparazón.
Que me dé un zarandeo, y pegue más duro que Cotto,
Y si acaso me alboroto, que me siga pegando duro;
Que yo la agarro por el cu…, por el cuello,
Y la asusto si le digo, por mi madre, te estrangulo.
Ya me estoy poniendo viejo, pero aún me quedan fuerzas,
Busco una mujer traviesa, que sepa muchas maldades;
Y se olvide de quien hable, si es más joven que yo,
Pero a la duquesa de Alba, esa no la quiero no.
Copyright \"©\" Derechos Reservados 2014
José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita