Maury Zambrano

Lo peor de este exilio

¿Qué si hubieron razones? Más que razones hubo un principal motivo para retirarme de la jugada. Perdí con humildad. No deseé más nada.

 

Fue el frío de tus palabras lo que congeló mi alma, pero he sido valiente al exponerla nuevamente. No pasa nada.

 

El corazón se deshielo con el tiempo, pero solo delante de tu imagen a vuelto a latir. Estoy perdida, me quedé sin motivos para estar allí y sin más que hacer partí. Sin nada.

 

Fueron los años que en la distancia me mantuvieron, pero heme aquí de nuevo. No tengo nada.

 

En mis sueños tu figura se substrae para no acercarme; en mi mente te dan las ganas de alejarte, me sigues bloqueando el paso. Sé que no te tuve ni te tendré, yo sé que tú conmigo no. Aunque yo haga mucho y tú nada.

 

Lo peor de este exilio es que en este nido de olvido y un bote sin esperanzas yo aún sigo cautivada por tu sonrisa y tu mirada. Y es duro, ¡lo sé!, que para ti no valga nada.