Descansa el cuerpo del arduo trabajo,
notan mis pies el peso de las botas,
notan mis manos las promesas rotas,
todo un mundo se ha venido abajo.
Vuela mi mente con aquel que trajo
nuevas promesas, de las altas cumbres,
y oraciones de todas las devotas.
Vuela rasante lo hace en vuelo bajo,
vuela mi mente cual la pluma suave,
sabe del rumbo y de cualquier atajo,
vuela veloz, desnuda, sin ropaje,
solo conserva del cielo la llave,
del faraón sagrado escarabajo,
y de mi mano el ácido brebaje.
10/3/14 j.ll.folch
Ensueño por j.ll.folch se distribuye bajo una Licencia Creative Commons