Pensarás que me arrodillo ante el ego
por quererte solo para mí,
leerás mis cartas en ajetreados momentos,
estaré allí hablando en el papel,
sentiras mi voz hablando a tu conciencia,
amame solo a mí, quiereme como yo te quiero,
buscame como te busco entre la niebla,
y besame despacio como te beso en los sueños.
Me llenan los celos por la brisa que te abraza,
celos del viento enrollandose en tu pelo,
por el sol que con sus manos
broncea en tu piel trigueña,
por las estrellas que iluminan tu carita
y la luna que se posa en tu ventana.
Celos de la lluvia deslizada en tu cuerpo,
del agua que enjuaga tu cabello
y del suelo que se enreda entre tus pasos.
Celos por miradas que se clavan en tu imagen,
por elogios ajenos distintos a mis frases,
celos de tus lágrimas rociando tus mejillas
y del sudor que acaricia tu frente.
Celos de la aroma de las rosas
persiguiendo tus encantos de reina,
del atardecer reflejado en tus ojos,
de las sabanas que abrigan tu sueño
y la almohada que sostiene tu cabeza.
Ahora y siempre los celos viviran en mí,
lo hago porque te amo tanto y muero por tí,
celo al tiempo por los muchos instantes
que te alejan de mí,
extraño todo de tí,
aun en el presente y en el ayer,
amo tus sueños, tus días y noches enteras.