Hay que morirse de algo:
de una emorragia de locura,
de una sobredosis de pasión
o degollados por el filo
de la daga de la vida.
Esconderse de la muerte en casa
y suicidarse son la misma solución
para diferentes tipos de cobardes.
Que aburrido ha de ser morirse de nada
y pensar en ello cuando todo se calle
eternamente.
JCEM