Debajo del cemento
que soporta mis pasos,
hay perfume a jardín...
crepúsculo y ocaso.
Debajo del cemento
y edificios de acero,
se durmió el marrón...
de infinitos senderos.
Eclipse de colores,
de verdes y amarillos,
de azules cristalinos
y de amores sencillos.
Debajo del cemento
de mis gris Buenos Aires,
murieron los aromas
y brisas de la tarde.
El trino de las aves
mariposas en vuelo
añosas arboledas,
son hoy mil rascacielos.
Debajo del cemento
se durmió la alegría
de sonidos...perfumes
y suaves melodías.
Cuánta vida perdida
debajo del cemento...
pues la modernidad
apagó el sentimiento.
El llanto de mi cielo
completa el escenario...
sin sol, sin arco iris
ni fe en el calendario.
La rapidez y urgencias
de los nóveles días...
al igual que el cemento
sepultó nuestras vidas.
Alicia Santi
11-03-14