Una gota de lluvia
cayó en el mar
aunque dijo que nunca
jugaría con sal.
Una gota dulce
ahora es salada,
ahora no luce
azucarada.
Una gota salada
se fue hacia las nubes
porque tiene un hada
que la vuelve dulce.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Maracaibo, Venezuela