Si soy escritor de cavilaciones
no adorno cuentos con fotografías
solo dedico mis emociones
a las letras y sus grafías.
Sentado bajo un viejo sauce
que planté siendo un joven humano
he visto pasar ríos sin cause
he visto parejas hundirse de la mano.
Los siglos trajeron aromas de magnolias
envuelto en la túnica de mi amada
pensé que estaba entrando en la gloria
mas bien era enterrandome en la nada.
En quince décimas diarias he aprendido
lo volátil del amor consagrado
ciento cincuenta días muy queridos
de la noche a la mañana desgarrados.
Agradezco eternamente la lección recibida
doy gracias por ese amor desplegado
soy de los hombres que soportan las heridas
en tan poco tiempo acumulado.
Ya llegará el hombre leñador
que acabe con el sauce aún plantado
pienso que estaré con el Señor
cuando el noble sea derribado.