Hay miradas que te dicen mucho y poco,
miradas que abren una ventana
que te deja ver más allá de lo que quieres ver
y que simplemente por la luz cegadora que deja salir de sí,
las quieres tratar de ignorar para que no despejen la calma
y te atrapen con la incertidumbre que encierran...
Hay miradas que te quitan la calma,
te llenan de dudas y te contagian de aquel brillo
que encierran tan sólo una ilusión...
Hay miradas tan vanas...