I
Por las noches te veo y no resisto dejar de verte.
me atrapas, me dominas, me seduces…
eres como la gravedad, me llevas a ti.
II
Imposible verte y no preguntarme:
¿por qué eres tan bella?
¿qué tienes que me cautivas?
III
Cada noche me planto en mi ventana sólo para verte,
y admirar tu exótica belleza.
¡Ya no puedo más!
Me rindo, me entrego a ti.
IV
Quiero ir a tu lado, pero no puedo,
pues muy distantes estamos.
Sólo me conformo con verte,
con verte cada noche.
V
Me consuela saber que me ves,
y que tu luz me acompaña.
Luna ¡Oh querida Luna!
Eres mi nocturna obsesión.