Oscar Fuentes F.
\"Vale, usque ad\"
Bajo la horca de su cuello la verdad se asoma y el corazón expuesto en sangre retenida dice la verdad de su avenida, como si nunca hubiera cometido el delito por el cual se le estaba poniendo frente al de la capucha negra. Esta la multitud pendiente del espectáculo saborea su comida cuando de verdad estaban hambrientos de ver la injusticia del sistema criminal arrancar de los brazos de la vida al hombre envuelto en los infiernos de su propio pecado. A la luz de su mirada reflejaba el sol un horizonte ya acabando para entrar en la noche fría y cruda como era el filo de la oz de quien venía a buscarle por premeditado juicio vacio donde encontró ante la corte su inminente futuro en esta vida. Quizás hubiera preferido la guillotina, o hasta morir ahogado, pero esta humillación pública más que romper mi cuello, rompe toda pisca de orgullo que alcanzo a dejar un amor pasado entre la línea del encanto y del odio. Pero ya esta listo solo me queda pensar durante los próximos segundos en los recuerdos que me deja una vida placentera aunque melancólica y depresiva, pero jamás pensé llegar a este extremo de que mis rencores y mi tensión auto infringida pero la vida es desafiante y si no debía de hacerlo ya tome el camino que tanto anhelaba mi espíritu, despertar en lo más alto del cielo y poder ver al sol besarse con la luna en un ocaso infinito que no le devolviera el aliento. Ahora recuerdo cuantas veces el filo de los cuchillos tan de cerca pero nunca rosando la carne de la cual quería salir desesperadamente como si algo me llamara hacia afuera. Si no me mataban mis vicios serian mis entretenciones por la noche cuando acudía a las letras para desahogar al poeta muerto que llevaba de esclavo en mi interior. Agradezco haber conocido los mares mas hermosos, los desiertos mas secos y los fríos mas extremas además de esos ojos que brillaban de noche como un felino buscando su recorrido a media noche pero no te pude atrapar entre mis romanticismos y aventuras de media noche.La silla ya se despega y están todos mirándome pensando en que nunca me vieron feliz por lo que hacia; cambiaba de parecer y me contradecía con mis ideales de revolucionario que al final solo revoluciono sus errores y pesadillas dentro de la maquina que tanto quería estudiar e inspiraba admiración; ya despego a un viaje sin fin y digo hola a un universo continuo que me espera en los salares de sus valles y la frescura de sus ríos, ahora veme volar del nido que ni la comodidad del árbol y tibieza del nido me hicieron conformarme con este mundo tan profano, deséame un buen viaje si aun piensas en este marinero de olas salvajes que mi viaje ahora es otro y te digo que ni que con dios me disculpo; mis pies ya saltaron no hay consuelo para mi madre que pronto estará con migo disfrutando del elixir que los cactus nos pueden brindar en amargos atardeceres con olor a tabaco con utopías nos brindaba el desierto. La noche yace oscura en su apogeo, me caigo de mi condena para emprender las alturas de mi descanso. Hoy te ame a ti como a muchas pero si no fuera por las veladas nocturnas no sería por ti que termina mi lucha, pero no te sientas con toda la culpa ya que ser un poeta suicida también aproximó mi tumba. “Adiós a la venida”