¡AY!
Si Quijote sentirme pudiera
cabalgando en tu cuerpo de nuevo
no sería dolor esta espera
ni presagio de mal este tiempo.
Me da miedo sentir esta ausencia
soledades perpetuas presiento
y tirita mi boca impaciencia
porque sé que me pierdo tus besos.
Yo, que anhelo volver a ese fuego
tu, que vas desandando el camino
¡que ironía! vivir un infierno
cuando todo se torna tan frío.