Juan Senda

***¡AH, COBARDE!***

  ¡AH, COBARDE!

 


Ya se ven blancas palomas


volado por los senderos,


y miles de golondrinas


portando prosas y versos.


 

 Que se encienda los caminos


y que vengan los agüeros…


¿Porqué los quiero cerrar?


¡Si yo los quiero perfectos!

 


¡Querida madre!


Cuánta sed tengo de verte,


Y que sed tengo de amarte


Cuánta sed tengo de oírte


Y cuánto madre, de abrazarte.

 


Abridle pues las puertas a ella


vosotros, ¡ah, cobardes!


Ella tiene por ventura


Hacer de sombras lunares.

 


Miradla esclavos míos


como por los presos baja,


y que fulgencia es la suya,


que con amor los abraza.

 


No veis que linda viene,


qué hermosa y qué galana,


como atraviesa la aurora


y cual madre y abogada.

 

 

Y ¿quién es esa Señora?


¡de la que tanto se habla!


Es la que parte cerrojos


y nos libera alambradas,


alumbra los pensamientos


y sin intereses te paga.


 

¡Venid entrad para verla!


¡Venid todos a besarla!


¡Venid todos mis amigos,


abrazad a vuestra amada!


 ¿Quién es pues quién  no la quiere?


¿Quién es pues quien no la trata?

 

Si de vosotros hay uno

 

que la mire con desgana,

 

que enmudezca para siempre

 

o que huya de su patria.