Ayer vi llover tu recuerdo en mi
memoria, cada gota definía un elevado
grado de transparencia, similar a la del aire.
anteriormente te veías llover a la
manera de un diluvio, y eran gotas
tan visibles que se diferenciaban de
entre las perlas y los diamantes.
era un pasado cuando la sed de mi ser,
pecaba de avidez a tu recuerdo, esto
hasta que el tiempo abrió un paraguas
sobre la memoria, y ceso la lluvia, tu
imagen, mi promesa.
pero ayer lograste deshacer el profano
objeto que obstruía todo mi parecer,
ayer en mi pensamiento; no fue tan
visible ni tan intenso, pero sediento te
recibí en los brazos de este inmenso
desierto.