Han visto como saltan mis torditos
en su bello mundo de momentos gratos
aspiran vencer los nimbos y estratos
cuando estén a punto de volar solitos.
Entre mil cantares crecen a la vida
llevan en sus alas un futuro hermoso
y mientras superan espacios ignotos
van acumulando conciencia y valía.
Pasado algún tiempo llegará ese día
que busquen del cielo nuevos horizontes
y quieran construir su nido en otros montes
porque necesitan realizar sus vidas.
Así los torditos que una vez tenía
seguirán su rumbo, cruzarán los mares
es como el destino incierto y de azares
nos fecunda el alma de melancolía.
Mas cuando el ocaso consuma mi vida
y mis tordos vuelvan a su amado suelo
estaré con ellos cual dichoso abuelo
con muchas historias y con la fe viva.