(Edwin R. Ases C.)
Cada día que pasa
más recuerdo tu voz
al igual que tu dulce mirada
y qué decir de tu presencia
que lo llevo en mi mente
como si fuera parte de mi.
Tengo tus mensajes
un regalo a mi existir,
te diera mi alma
solo por verte sonreír;
no me dejes
quiero estar a tu lado.
Si me faltares algún día
con tu recuerdo viviré
y ojalá mis súplicas a Dios
me lleven algún día hacia ti
para acariciar tu cuerpo
y de tus mejillas, poder besar.