Cada día provocas una llama en mi corazón
Tu simple prescencia me hace arder
Tan deslumbrante, tan poderosa y sin razón
Es una llama que ni el propio Dios del sol puede entender
Mi corazón planea por los despejados cielos
Como una magnifica ave cazando
Que se deja llevar por los salvajes vientos
Hasta llegar a ru lado y estar al fin calmado
Al ver tus ojos y su perfección
Mi corazón canta una melodía armonica
Mi sangre se calienta hasta el punto de ebullición
Asi como dice la mitologica historia
En mi hogar, entre dulces olores de tu perfume
Y la armonía de mi bella serenata
Se esfuma el fuego y mi amor se consume
De mis mannos mi vida se arrebata
Dejando atrás solo las cenizas de mi amor
Solo para como el ave féniz, renacer
Y volver a esa llama que arde con mucho calor
Para repetir el ciclo
El ciclo de la esperanza con el que uno debe crecer