Llegaste como una sombra, a oscuras y en silencio. Subiste por mis huellas y me robaste el aliento, te deseo tanto como el Sol a las estrellas, pues pareces el océano en pequeñas gotas de nobleza.
Te extraño como nunca que por extraño que parezca, mi mente te ha olvidado y mi corazón no te encuentra, y a horas de distancia te creía muerta.
Siento tu presencia al viento de la noche, envuelto en su abrigo y hojas de esperanza. Mi pluma toma recuerdos que fueron del pasado, son suaves amapolas de frases cotidianas.
Mi mundo gira en torno al corazón de una doncella, que camina por el mundo esperando mis letras.