Tu puñalada fugaz y profunda
El alma que atraviesa, mezquina
Hermosa y triste lumbre asesina
La deja dolida y moribunda.
Poco a poco arde dormida la difunta
Derramando sangre por las esquinas
su garganta atravesada con espinas
da alaridos que al alba despunta.
Llora el ojo sangre. Llora por traición.
Sufre el corazón destruido a jirones
Por haberte entregado todo por nada
Y solo recibir engaño y ficción.
Y solo recibir tus imágenes
De tus besos con tu amante a mi espalda.