Y llegó mañana.
Tengo que decirte
lo mucho que te quiero hoy.
De esa forma
mañana volveré a decírtelo
mi pasión por ti
no tiene límites ni fronteras.
¡Te quiero!
Te has convertido
en mi oxígeno para respirar.
Una pasión
que cada día que pasa
va creciendo, aprendiendo
el uno del otro.
Una pasión que necesito
y deseo con todas mis fuerzas.
Una pasión
que mañana
será más intensa que hoy.
Por eso,
¡Te quiero tanto!