Ya no hay musa, no hay nada,
no hay quien traiga las palabras;
el silencio es tan intenso,
no hay quien quiera hablar.
A solas viviendo un sueño,
sintiendo desesperanza;
contigo a la distancia
no me puedo concentrar.
Necesito una historia más,
que me ayude alzar el vuelo
y me inste a caminar.
Pero no hay quien traiga
a mi vida algún consuelo,
nadie quien yo pueda imaginar.