Es tiempo de soñar, viajero,
sin temer al desafío preparado
por el destino aveces desteñido.
Ama la vida paciente de esperanza
que las flores del campo,
delicado aroma emanan
de la tierra llena de luz.
El alba brilla para los corazones,
el viento sopla y refresco
el sueño de los seres del mañana.
Acuérdate, alma mía,
de la felicidad escondida
en la risa de los niños
que no temen al destino.
Es tiempo de reír a la vida,
es tiempo de encender el mañana,
es tiempo de mirar el camino,
es tiempo de creer con toda,
con toda el alma.