jesusmoreno

los pericos en el palmar

 

Que pesadilla la que nos envuelve a los dos; pudimos ser amigos, sin embargo verdugo tuyo soy.

En un cuarto de hostal, nunca dejando de apuntar, Mauricio se sentó cogitabundo para analizar,

Sobre la vida, la muerte y hasta en el más allá; en su vida y la del fulano que le encomendaron matar.

De hito a hito su mirada recorría el litoral; las olas furiosas estallaban en la arena del mar.

¿Qué es mejor morir o matar? Si mueres te mueres eso y nada mas, yo sufriré arrepentido... ¡que más da!

Que pesadilla la que nos envuelve a los dos; pudimos ser amigos, sin embargo verdugo tuyo soy.

Si no lo mato, de seguro me matan a mí, por cobarde y por no cumplir ¿dime por que debes morir?

Me miras con ojos de cordero a medio degollar, suplicas que no lo haga y eso es un error garrafal.

¿Que hay de los míos, mi mujer, mi mama...? ¡Ah! mi negra de encargo esta; quiero que mi niño conozca a su papa.

Que pesadilla la que nos envuelve a los dos; pudimos ser amigos, sin embargo verdugo tuyo soy.

Date la vuelta, ¿oyes como cantan los pericos en el palmar?, ¡debo matarte sino el muerto seré yo!

¡Ah! Que lindo es su cantar verdad, cantan y cantan en el palmar me embelesan tanto que hasta me hacen llorar

Lloro por ti, si, más por ellos; por los hijos que dejaras. Pero entiéndeme, yo, en muy poco seré papa.

Sino lo hago, otro lo hará y muerto estarás, tus hijos huérfanos quedaran el mío conocera a su papa.