En nuestros actos,
si no se comulga
con la virtud
nos espera sin dudas
un desventurado destino
tanto los líderes
como liderados
serán presas
del despotismo...
Se disfrazarán
establecidas leyes
a gusto o paladar
de los intereses mezquinos.
Si prevalecen los defectos
todo se desvirtuará
las buenas costumbres
de hecho, desaparecerán...
Sólo se logrará el desconcierto
y el desdoro
hay que buscar
el juicioso equilibrio
para nuestro propio bienestar
pero no es quehacer
de algunos
la culpa y responsabilidad
es de todos
revalorar los principios
es tarea de cada uno
según el mandato divino...
Adolfo César (NAZARENO)