El camino de la vida
Cuando uno corta una flor para hermosear su entorno, empiezas a perderla y se marchitará en tus manos, es igual al rechazo de un amor, es tu corazón el que se marchita y no hará semilla, para la próxima primavera.
Cuando guardas tus sentimientos por un amor, comienzas a perderlo porque él, sentirá que no le interesas y ya no puede hacer nada por ti y tu alma se volverá a marchitarse como la flor que cortaste, para hermosear tú entorno.
Cuando dejas partir a tus hijos a caminar por la vida, es el comienzo a perderlos, ya que nunca los volverás ver regresar a ti, libres y maduro, es como cortar un botón de una planta que nunca llegará hacer flor y perderás la ilusión.
Quiero decir no hay precio por la libertad, pero sí, un bello amor como recompensa, en la grandeza del alma, para aprender en el camino de la vida, la paradójica lección de la experiencia.
¡No dejes de pensar en lo que dejas y en lo que pierdes...Piensa sólo en lo que eres capaz de retener!
Autor: Hernán R. Cornejo Véliz