A ella la vi que venía con algo en sus manos
pensé que era algún regalo que a mí me traía,
pero pronto alcancé a comprender que estaba equivocado
porque note en sus ojos que había llorado,
y pese a cualquier detalle era su despedida.
Con pañuelo en mano y puños apretados
llorando me dijo…
“aquí te traigo mil noches enteras
en donde me pase ilusionada,
aquí te dejo un montón de caricias
que hoy solo me desgarran el alma”
En una cajita de cartón
me devolvía todos los detalles
que yo le había regalado,
que no aguanta más vivir así
que la foto de los dos está cortada,
y que el principio del olvido
marca el fin de una ilusión.
Cuando la mire a los ojos
la note un poco confundida,
tuve la egoísta intención
de abrazarla fuerte contra mi pecho,
pero en su mirada había mucha tristeza
que me hablaban de nuestro ayer,
entonces llorando me dijo…
“toma tus recuerdos que ya no los quiero
benditos recuerdos que solo me causan más daño,
aquí te traigo todas las mañanas
en las que tú no estabas cuando más te necesitaba”.
En una cajita de cartón
me devolvía todos los detalles
que yo le había regalado,
y que me agradece por todo el tiempo
que la deje vivir en mi corazón,
entonces con un beso frio en la frente
y sus manos al viento me dijo adiós.
Al verla que se iba alejando de mi vida
tarde me di cuenta que estaba equivocado
y que la estaba perdiendo,
entonces salí corriendo como un loco a buscarla
pensando en el largo camino encontrarla,
pero ella ya se había ido con su destino
y yo solo me quede con esta triste soledad.