Shakespearefuturista
LUNA DE AGOSTO.
Hace poco menos de un año para estas fechas,
me encontraba de madrugada,
vagando sin sentido por esas calles estrechas;
pensando solo en mi dulce niña amada,
mirando la luna que en el cielo rojo se asomaba.
Caminando con mi pensamiento fuerte,
mi corazón ardía en una paz inmensa,
logrando tener por primera vez mi objetivo en mente;
entre en trance y me senté a la mesa,
dije en vos alta: !mi niña amada! ¿porque no me contestas?.
No fue un reclamo, tampoco era que estaba alcoholizado,
fue un libre sentido que se conjugo con mi pasado.
Pues tantas veces vi esa foto en mi ropero,
tantas veces le llame por su nombre a cada una de las estrellas,
cuantas veces sentí en mi corazón un agujero;
que decidí no ver nunca más a ellas.
Entonces fue que te llame bella, dulce astro celestial,
más luminoso que la aurora, más grande que el Sr. Sol,
así es tu bondad lindura, luna llena sin igual;
haces que mi amargura, se convierta en dulzura con tu hermosa faz.
Así quiero estar por siempre encerrado,
cobijado con tu manto plateado,
que solo lo reflejas en el mar.
Conságrate a ti astro luminoso,
todo mi fervor y pasión,
que esta dulce agonía;
se convierta en oración,
y que lleves a mi niña un beso a su corazón.