Donaciano Bueno

Un tuit

Ayer en el paseo que hago cada mañana

antes que la solana comience a calentar,

en ese caminar tan dulce y placentero,

siempre el mismo sendero, nada dejo al azar,

una alimaña extraña sin mirarme a la cara

-si era figura humana, no pude precisar-

se me acercó certero, se me cruzó al pasar

con impulso, con saña y con semblante fiero

se me enfrentó primero y me empezó a insultar.

 

Solo un impulso fue, no más duro un segundo,

sin pudor, iracundo, el me imprecó que yo era

una mierda, un garrulo y fue de esta manera

que de mi vera huyó furioso el furibundo. 

 

No descubrí su cara e ignoro su sonrisa,

fue todo tan deprisa que no llegué a atisbar

qué razones tenía para actuar de esa guisa,

cómo y por qué motivo, qué le indujo a faltar.

 

Me dije, este es un tuit de alguno que me odia,

que tengo en la memoria y no acierto a recordar

alguien que espera al azar su minuto de gloria

sus más de cien caracteres que no llegó acabar.