Hagamos conciencia
de un mundo perfecto,
de una vida inexplorada,
de un sueño realizado.
Sigamos soñando
con una sonrisa,
en un amanecer
que conlleva a un nuevo día.
Sigamos pensando
en un futuro alegre,
en un atardecer
que nos sigue esperando.
Viajemos al espacio
con todas las fuerzas
de un querer vivir
sin importar la tristeza.
Vayamos a la costa
alzando banderas,
de una persona
que lucha por la sonrisa.
Vayamos en contra
de la tiniebla que viene,
de aquel fuego
que congela la boca.
No paremos de luchar
por la risa del otro,
por la felicidad
que no nos abandona.
No paremos de luchar,
alzad las espadas
hasta que el mundo
abunde de alegría.
No nos rindamos,
sigamos al frente
hasta que nuestro corazón
explote de amor.
No nos rindamos
para que al final de los tiempos
el mundo encuentre paz
y el amor en donde posarse.
Porque hasta que sigamos de pie
luchando por una sonrisa,
luchando por la alegría,
la tristeza no encontrará refugio.
Porque hasta que mi espada
tenga sed de alegrías
y mi corazón de paz,
yo continuaré luchando.