Estoy cansado del cansancio,
de los ojos sin lágrimas,
de la soledad titánica
y de las botellas vacias.
Asume el tiempo su roll de verdugo
visitando el polvo de las estatuas,
atandose a los olvidos,
indagando los corazones tristes.
Estoy cansado de las primaveras,
del libro siempre abierto,
de las voces desconocidas
y de tu mladita ausencia.