LA DESESPERACIÓN DE UN DROGADICTO
Pasando por el centro de la ciudad te recordé…
Me preguntaba ¿qué será de ti?
Tú que en ese lugar de rehabilitación me buscabas con desesperación
Esperando que yo tuviera la fórmula para sanar tu alma desesperada
Casi todos los días acudías a consulta
Me hablabas de tu historia, tus fantasmas, de tu soledad…
Desahogabas tu corazón hablándome de un mundo extraño
Donde tú eras como el héroe, pero eso te hacía infeliz,
Porque habías descubierto que para dejar de escuchar tus fantasmas
Tenías que caer al abismo del bazuco…
Todo lo perdiste… tu trabajo, tu pareja, tu familia, tu dignidad, tu voluntad
Y viéndote allí frente a mí me sentía tan impotente
Porque nadie tiene la fórmula mágica para sacar de esa cárcel
Tú confiaste en mí, yo sólo te podía escuchar
Sólo podía ayudarte a entender el pasado no resuelto
Solo podía hablarte de desintoxicación y de canalización de emociones
Te juro que si en mi hubiera estado el poder de hacer en ti milagros
Tú serías de los primeros a los que mi poder inundaría…
Pero soy humana, llena de dudas, dispuesta a aprender y ayudar
Solo soy una más de un equipo que piensa las mil y una maneras de salvar
Solo que nosotros no salvamos a nadie.
Siempre escuché en muchos lugares que el que se salva es uno mismo
Pero me cuestiono eso, porque la voluntad es tan frágil en aquel que está atrapado.
Hoy te busqué entre la multitud, deseando verte renovado, diferente, tranquilo
Y solo encontré espejos de tu ¿pasado?
Vi rostros perdidos, sucios y en otro mundo
Vi cuerpos en el piso cubiertos con cartón
Vi personas con ropas raídas y sucias buscando no se qué entre la basura
Y te aseguro que deseé en mi corazón que jamás pasara.
Eres uno más de tantos que conocí allá
Eres un ser especial, con talento como la mayoría en ese lugar
Tus ataduras son invisibles pero no te dejan volar de otra manera
Hoy desee en mi corazón tu libertad total por siempre.
LINA MARIA PALACIO PEREZ